A la hora del desarrollo o diseño de un sitio web nuevo, junto con el nombre del dominio, hay otra decisión importante que tomar: la extensión o terminación del mismo.
Hace poco se pudo empezar a utilizar nuevas extensiones de dominio y ahora las hay a montones de todo tipo y en todos los sectores, un poco con la intención inicial de que se agrupasen, no solo geográficamente sino por actividad, intención que compartieron los TLD actuales en el nacimiento de la web, pero que realmente solo se ha cumplido con los .EDU, .GOV, .MIL y poco más.
Por ejemplo .travel o .tienda para viajes y tiendas respectivamente. Bajo nuestro punto de vista la influencia de la extensión no es tan grande como para que se tenga que pagar cinco o seis veces más al año por dominio a no ser que por razones de branding sea necesario, ningún motivo relacionado con el posicionamiento o con Google, actualmente nos debe llevar a tomar esa decisión.
Todos tenemos grabado que para una marca la extensión de dominio por antonomasia el .COM, y es evidente que de poder elegirla nosotros optaríamos por ella como primera opción, independientemente de que solo vayamos a trabajar en España. No es el caso por ejemplo de NH hoteles, cuyo principal dominio es el .ES y le funciona genial.
Google sabe dónde estamos y a qué publico nos dirigimos, pero además desde webmaster tools podemos indicarle si es un .COM por ejemplo a que país nos orientamos preferentemente, si tenemos un dominio TLD geográfico se orientará al país en cuestión.
A no ser que nuestra estrategia nos deba hacer pensar en TLD para cada país donde vayamos a trabajar, o nuestra estrategia de marketing pase por un nombre que no está libre de ninguna manera. Un TLD de primer nivel genérico y el tld del país (.ES) es suficiente al menos desde el punto de vista del SEO.
Si te vas a gastar un millonada en desarrollo, diseño web, o imagrn de marca, guarda 150 o 200 euros al año y protege tu marca comprando los máximos dominios de primer nivel que puedas.