Mas tarde, más caro. Al menos en SEO

Posiblemente en la mayoría de los productos tecnológicos, los primeros adoptantes (aquellos que son los primeros en comprar) suelen pagar mucho más por un producto, que solo meses más tarde va a estar disponible por mucho menos. Diversas razones hacen que esos clientes primeros adoptantes estén dispuestos a pagar mucho más por simplemente ser los primeros. Ocurre con la tecnología especialmente. Por lo tanto, esperar es bueno para comprar o para invertir.

¿Pero, y en el ámbito del SEO y del marketing online?

Al comienzo del internet comercial, en los albores del diseño web ocurría algo parecido. Cuando todo se tecleaba a mano, sin ningún CMS de base, cuando cambiar un color o una tipografía suponía horas de trabajo. Los primeros adoptantes evidentemente «pagaron» de más por tener aquello que se llamaba página web. Hoy en día en horas de trabajo el coste es mucho menor y asequible para todas las empresas.

Muchas empresas, especialmente las pequeñas, no ven la utilidad o la necesidad de tener un website y menos aún saben cómo optimizarlo para mejorar en los resultados de búsqueda. Lo que posiblemente tampoco saben es que cuando realmente tengan la necesidad de tenerlo será muy tarde o muy caro. O ambas cosas a la vez. Cuando tu furgoneta de reparto se rompe el sustituirla por otra nueva supone un proceso de mejora inmediato para la empresa, al igual que cuando se compra una maquinaria más moderna. Teniendo el dinero o la posibilidad de conseguirlo vía financiación, sustituimos un elemento de producción por otro. Eso no ocurre con el marketing online en general o con el posicionamiento web en particular.

Debemos invertir en conseguir más clientes cuando tenemos clientes. Cuando no tenemos clientes, ya es tarde.

Tal como está funcionado el marketing online actualmente, especialmente en el posicionamiento en buscadores, más tarde va a suponer más caro. El buscador tiene 10 posiciones en primera página por defecto, para cada palabra clave.

Cada actor nuevo que quiera entrar debe intentar cumplir con lo que Google dice que debes hacer para poder estar en esas 10 posiciones (algunos hablan de 200 factores). Además deberá pasar tiempo (que tus competidores llevan de ventaja), y hacer las cosas mucho mejor que los 10 que están ahí y que evidentemente van a defender esas 10 posiciones como un gato panza arriba, sacando a relucir sus mejores (también las peores) armas para no dar un paso atrás ni para tomar impulso. Vas a tener que generar contenido en cantidades importantes, que sea original y relevante, puesto que tus competidores llevan bastante tiempo haciéndolo. Deberás pagar para acortar esa ventaja que te lleva la competencia.

Como tu contenido será genial, alguna o mucha gente te enlazará. Eso ellos también lo tienen de ventaja. Por cierto, como eligieron antes, los dominios que molaban más… están pillados.

Imaginemos que has diseñado una página web en Córdoba de una empresa de mudanzas. Si la empresa es de alquiler de coches y en Barcelona el ejemplo también sirve. En nuestro país aproximadamente se busca alrededor de 1,200,000 veces al año en español «alquilar coche». Entre las 10 primeras posiciones estamos hablando de un negocio como mínimo de 120 millones de euros, que de modo simplista se reparten el 25% para el primero de Google (unos 30 millones anuales: 300.000 clientes x 100 euros de media), solo mediante ese canal, que además es «gratis». Y así hasta el 10 de Google, ese que está abajo de la primera página solo y triste, que para este caso, no es raro que obtenga cerca de 4 millones de euros en ventas (en resumen, una pasta).

Yo, que molo mucho, tengo 10 coches y pongo una empresa de alquiler de coches (illo estás loco), te vienes a nuestra agencia y nos dices: -Tengo 500 euros al mes para invertir en SEO y además quiero salir el primero cuando alguien, en cualquier sitio de España, teclee «alquiler de coches»… Lee por favor de nuevo el párrafo de arriba. Ninguno, ni de esos 10 ni de los 10 de la segunda página, va a dejar escapar una posición de ese valor económico. Y a día de hoy venden en el mejor de los casos 4 millones de euros más que tú.

A pesar de la extrapolación exagerada de los datos, la realidad es que aunque quieras estar, a veces no puedes hacerlo, y hay que buscar un sitio distinto.

P.d. El lenguaje, que no deja de ser más que un reflejo de la propia sociedad, nos suele dar pistas de cómo son las cosas. Cuando yo era pequeño se decía «estás más perdío que el barco del arroz». Ahora se escucha en la calle, «estás más perdío que en la segunda página de Google».

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